El amigo Chebo
Por: Ricardo Evodio Cabral Vera/Revista Quincena/
Blanquiazul de cepa e incansable activista político; dos ocasiones regidor, de hecho estuvo en el cargo la primera ocasión en la historia que el PAN tuvo representación en el cabildo, en el periodo 1989-1992 y repetiría en el cargo para el ejercicio 95-98.
Político combativo pero conciliador; crítico en su papel de oposición, pero siempre con propuesta y abierto al diálogo.
Miembro de una destacada familia que tuvo como actividad central el comercio. De la merita Estancia de los Berumen y muy fiel a su devoción por la virgen del Refugio, como se lo inculcaron sus mayores.
Buen amigo, siempre sonriente, amable y sobre todo servicial. En los últimos años se había desempeñado como gerente del Club Campestre de Jerez, institución a la que con su celoso trabajo le dio nueva vida.
El rescate del baile del recuerdo los jueves de feria, fue una de las actividades que más distinguieron su función; año con año se dedicaba de lleno a esta tarea que siempre era un nuevo reto; “ya estamos listos, no se te olvide el jueves de feria, voy a tener reservado para la prensa”, me dijo unos días antes de que se decretara la cancelación del festejo.
Un jerezano que en las diversas actividades de la vida siempre procuró dejar huella, especialmente en el desarrollo de una familia que hoy indiscutiblemente lo echará de menos.
Salud don Chebo, que Dios lo lleve por su sendero de luz hacia la vida eterna. Descanse en paz querido amigo, aunque deje una gran tristeza a quienes le conocimos.
Abrazos apretados a esta numerosa familia, especialmente a sus hijos y esposa.
18/06/20