Código político
La corrupción, pastilla envenenada en Morena
Por Juan Gómez
El partido gobernante Morena se ha desgastado de una manera acelerada por la serie de eventos negativos, especialmente de corrupción institucional y política, que han golpeado fuertemente a su imagen social y mediática.
La ola de acontecimientos generados en las últimas semanas, desbordaron la capacidad de contención discursiva del oficialismo, lo que pone de manifiesto la debilidad presidencial para orientar el flujo de la opinión pública.
Cada día le resulta más y más difícil a la presidenta Claudia Sheinbaum contener la oleada de críticas a la serie de acontecimientos que, manejados de manera positiva, le hubieran redundado en la consolidación de su imagen política, pero no ha sido así.
¿Por qué?
Porque la presidenta Sheinbaum se afana en proteger en primer lugar el “legado” del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y de los militantes de Morena, lo que se interpreta como una falta de empoderamiento político.
Estos dos factores obran en detrimento de la fortaleza institucional presidencial y debilitan la imagen gubernamental, porque no se muestra como una acción de combate a la corrupción, sino como el desbordamiento incontenible de un fenómeno prohijado por el ex presidente López Obrador.
El decomiso de aproximadamente 120,726 millones de litros de “huachicol fiscal” (de 2019 a 2025) que han sido confiscados en buquetanques y en pipas, además de la refinería clandestina confiscada en Tabasco, son solo un botón de muestra de la corrupción del gobierno pasado, y no como un ejemplo del combate a la corrupción, porque no hay deslinde de responsabilidades y mucho menos sanciones.
En este tema, le ha quedado claro a los mexicanos que la corrupción aumentó en el gobierno de Morena y que fue una farsa el discurso del ex presidente López Obrador, de que se había terminado con la corrupción (“se barre de arriba hacia abajo”) y el huachicol de gasolina.
La acción que hacían los grupos delincuenciales de las tomas clandestinas en los ductos de Pemex, es una cosa de niños de pecho comparado con la participación de algunos miembros de la Marina Armada de México, quienes fueron corrompidos, así como algunos funcionarios de PEMEX y probablemente del SAT, que participaron en la trama, en la red, en la estructura que se tejió para el contrabando del petróleo.
El tema de “La Barredora” muestra la criminalidad en el gobierno del estado de Tabasco, durante el periodo de Adán Augusto López, que lejos de asumir su responsabilidad para preservar la seguridad integral de los tabasqueños, su secretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, organizó y dirigió un grupo criminal que asesinó, extorsionó, secuestró y robó a empresarios y ciudadanos.
La protección institucional al actual senador de la República, Adán Augusto López, (vinculado directamente con su ex secretario de Seguridad), es una muestra y aceptación de la corrupción institucional y del velo protector al grupo del ex presidente López Obrador.
El traslado de 29 horas que hizo el avión Bombardier Challenger 605 de Paraguay al aeropuerto de Toluca, para ser trasladado de Bermúdez Requena a la cárcel de alta seguridad del Altiplano, desató las dudas y las sospechas de una negociación pactada con el presunto líder de La Barredora, lo que le daría protección gubernamental.
Esta serie de acontecimientos no podrían explicarse sin la presión que el presidente Donald Trump ha ejercido contra el gobierno mexicano, pues los temas del Huachicol, del combate a los cárteles de la violencia en el país y la cancelación de visas a políticos mexicanos, son solo parte del resultado de la agresiva política norteamericana.
La corrupción institucional es una pastilla envenenada para cualquier gobierno, si es que no deslinda responsabilidades, castiga a responsables y sanea su estructura administrativa.
Al tiempo.
@juangomezac